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¡La vida es celebrar mi cumpleaños 🥳! ••• Celebrar el sol y el mar. Celebrar que estamos vivos. Celebrar que […]
Un paso más cerca. Quizá lo suyo sería hablar de noches en desvelo calmando sueños inquietos con gestos maternales heredados […]
Dimelo Hilando
Quizá será el paso de los años o la sensación de un mundo loco que avanza demasiado deprisa. Quizá sea que, a través de esta ventana, podemos intentar hacer un mundo mejor. O quizá sea la necesidad de contar cosas que me inundan de paz.
El caso es que, entre quizá y quizá, me encontraréis aquí escribiendo versos y reflexiones para compartir contigo, que me lees, que me regalas tu tiempo; gracias.
Aquí encontraréis a la mujer, a la madre, a la amiga, a la empresaria, a la enfermera que nunca dejó de serlo, a la nieta, a la niña que fui, a mí, a Bea, sin más, pero también sin menos, cantando un día y llorando otro, bailando al compás o mirando al cielo, rezando bajito o guiñando a escondidas, tocando unas palmas o recitando un poema que llene el alma…
Siente cercana mi bienvenida a este rincón de emociones, ideas y reflexiones, idas y venidas y, quizá, algún que otro sentimiento que aflore por aquí y quiera dejar su huella escrita para ti, que me lees y me regalas de nuevo tu tiempo; de nuevo, gracias…
Siente también mi agradecimiento por querer formar parte de una idea que rondaba hace mucho en mi cabeza y ahora me he atrevido a cumplir, porque la vida es demasiado bonita para quedarse con las ganas.
Disfrutar no es otra cosa más que vivir y hacerlo a pleno pulmón, disfrutar de cada regalo que te da la vida, sin grandes retos pero con muchas ganas, inspirándonos en la vida como la vivimos, vistiéndola sencilla y real, siempre de Dímelo, contando historias del día a día que dan paso a una vida entera.
Así que si te quedas, nos encontraremos por aquí siempre que quieras, sin prisas ni patrón fijo, sin horarios ni tiempos obligados, solo para compartir aquellas cosas que humildemente quiera plasmar en estas líneas.
Y descubriréis una mezcla alborotada de Bea y Dímelo, de Dímelo y Bea, porque hace años de esta historia y puede habérselo ganado, porque la vida está para bailarla lento, y bien; eligiendo el dónde, el cómo y el cuándo, y con quién; disfrutando de las cosas más sencillas que calman el alma, hablando de las cosas que quizá puedan aportar algo, o no, quién sabe…
El caso es que, entre quizá y quizá, me encontraréis aquí escribiendo versos y reflexiones para compartir contigo, que me lees, que me regalas tu tiempo; gracias.
Aquí encontraréis a la mujer, a la madre, a la amiga, a la empresaria, a la enfermera que nunca dejó de serlo, a la nieta, a la niña que fui, a mí, a Bea, sin más, pero también sin menos, cantando un día y llorando otro, bailando al compás o mirando al cielo, rezando bajito o guiñando a escondidas, tocando unas palmas o recitando un poema que llene el alma…
Siente cercana mi bienvenida a este rincón de emociones, ideas y reflexiones, idas y venidas y, quizá, algún que otro sentimiento que aflore por aquí y quiera dejar su huella escrita para ti, que me lees y me regalas de nuevo tu tiempo; de nuevo, gracias…
Siente también mi agradecimiento por querer formar parte de una idea que rondaba hace mucho en mi cabeza y ahora me he atrevido a cumplir, porque la vida es demasiado bonita para quedarse con las ganas.
